Diputado Ulloa pide justicia para militares
que cumplen condena en Punta Peuco
El parlamentario Jorge Ulloa (UDI) dijo ayer en Hora de Incidentes que no pide indultos sino justicia para militares que han cumplido más de 10 años de detención en dicho penal. Demandó la libertad para quienes tienen más de 70 años de edad.
El parlamentario dijo que en unos meses más habrán transcurridos treinta y tres años desde aquel momento, duro para nuestro país, en que en nuestra sociedad se produjo un grave fraccionamiento.
Indicó que en ese entonces se disputaban el poder político dos grandes facciones que eran lideradas por un conjunto de personeros que no tuvo la visión ni la grandeza de mantener nuestra democracia, por lo que ésta se derrumbó estrepitosamente.
Reconoció que en aquella situación de convulsión interna se produjeron excesos de ambos lados, excesos que hoy, en tiempos de democracia y estabilidad, consideramos repudiables.
Con posterioridad, agregó, ya en democracia, quienes cometieron esos delitos fueron juzgados y sancionados, pero quienes formaban parte de uno u otro bando siguieron distinta suerte: a unos les fue bien, gracias a Dios, porque después de trascurrido un tiempo recuperaron su libertad y pudieron reinsertarse en nuestra sociedad.
Sin embargo, continuó, los que pertenecían al otro sector no corrieron la misma suerte, ya que después de largos años siguen siendo perseguidos por una sociedad que, al castigarlos -creo yo-, se castiga a sí misma, aunque no quiere reconocer que fue ella la que empujó a esa gente a incurrir en actos que hoy no compartimos.
Rigores de la ley
Es así como en la actualidad hay un conjunto importante de soldados chilenos, desde generales hasta personal de planta, que están cumpliendo condenas unos en Punta Peuco y otros en la Escuela de Telecomunicaciones, sufriendo los rigores de una ley que sólo se le aplica a un sector.
Cuando ya estamos llegando a los treinta y tres años de esta división, que Dios mediante nunca vuelva a ocurrir en Chile, es tiempo de darnos cuenta de que mientras más sanciones aplicamos, de ninguna manera se está haciendo justicia y, lo que es mucho peor, no logramos cerrar las heridas, dijo el diputado.
Luego hizo una síntesis de los beneficios que han tenido ex presos políticos y que no han alcanzado a los militares. Y sostuvo que en un caso hubo presos políticos, pero en el otro no los hubo, "lo que constituye, claramente, una mentira que la sociedad no puede seguir ocultando".
Igualdad ante la ley
Tampoco podemos decir que hay igualdad ante la ley, dijo Ulloa. En ese sentido, hay una tarea extraordinariamente pendiente de la sociedad chilena, pero particularmente de esta Corporación, sin odios ni resentimientos.
"Muchos de mis colegas sufrieron los rigores de caer detenidos, y los entiendo, los comprendo, pero también ruego que se entienda en la Corporación que muchos soldados actuaron cumpliendo órdenes", señaló.
Recordó que el Presidente Lagos aprobó un discurso que hiciera el entonces comandante en jefe del Ejército: El fin de una visión, en que señalaba que no habían sido acciones asiladas, sino una situación del Ejército. "Y si el Ejército es de todos los chilenos, entonces, entonces debemos tener en claro que fue la sociedad entera la que se equivocó. Todos nos equivocamos: los que estaban en un lado y los que estaban en el otro", aseveró.
"Lo que no es sostenible hoy, -continuó- porque es inmoral, es no reconocer que tenemos un conjunto de funcionarios del Estado, de gente que brindó lo mejor de sí para responderle al país y a lo que se consideró el estado de derecho en su momento, que hoy no sólo no les sirve de nada, sino que cumplir órdenes les significó estar preso y ser parte de una verdadera vendetta, que siento le está haciendo muy mal al país".
Ulloa llamó al Poder Legislativo a "dejar de mirar para el lado y sacarse la venda de la vista para sentarnos a conversar respecto de cuál será el futuro de estas personas".
No quiero impunidad
Enfatizó el diputado Ulloa que "no quiero impunidad, no quiero desechar la ley de amnistía, no quiero indulto, no quiero prescripción ni tampoco una ley de punto final. Simplemente, justicia. Y parte de esa justicia puede darse si nos sentamos a pensar, por ejemplo, que existe un grupo de militares que tiene más de 10 años efectivos de prisión".
"Aparte de lo anterior, son personas de edad que hacen aconsejable hasta del punto de vista de los derechos humanos, que se piense en una ley que los beneficie -especialmente a aquellos que han cumplido 10 años de prisión efectiva- a tener el derecho de salir libres, como ha ocurrido con los del otro sector. Yo feliz, porque así haya sido, pero es de justicia que para ellos también exista el mismo beneficio que hemos buscado tanto", señaló.
Por otro lado, agregó, "también quiero pedir que todo funcionario que haya sido privado de libertad, que sea mayor de 70 años, tenga la opción de salir libre. Que se revisen los casos de rebaja de condena. Que la revisión sea caso a caso. Y además, algo muy importante, que se otorguen debidamente los beneficios penitenciarios. Existe subjetividad para calificar quién es merecedor de beneficios carcelarios y quiénes no. Me parece que estamos escondiendo la cabeza igual que el avestruz para no darnos cuenta de que esto está ocurriendo frente a nuestros ojos".
"Si bien hay muchas familias que tuvieron la posibilidad que en buena hora se les haya liberado, Chile no puede seguir ocultando una verdad que duele, una verdad que es historia y una verdad que hoy necesita ser proclamada a los cuatro vientos y, por sobre todo, corregirla", señaló.
Luego añadió: "Siento que está llegando el momento de que el Congreso converse sin odios, mirando fríamente las cicatrices que debemos ayudar a que se formen sobre un pasado del que, la gran mayoría que estamos aquí, no somos responsables. Pero sí lo somos de nuestro futuro. Y hoy, cuando todos estamos hablando de lo que han sido capaces de generar un grupo de jóvenes secundarios, es bueno mirar la historia porque aquel pueblo que no observa su historia está condenado a repetirla de nuevo".
"Creo que los duros hechos que vivió nuestra sociedad, que nadie quiere se vuelvan a repetir, no pueden si no darse cuenta de lo que está ocurriendo hoy con este grupo de militares, hombres, que efectivamente dieron lo mejor de sí, con distinto rango -incluidos los generales- que hoy están enfermos, incluso varios de ellos con cáncer, y no tienen ninguna opción porque la sociedad chilena los ha olvidado".
"El país cuando ha necesitado a los soldados, estos han estado ahí; pero cuando el peligro ha pasado, los soldados son olvidados. Es una cruel paradoja que se da en Chile, en la que no quiero pensar. Es tiempo de que todos empecemos a mirar nuestro pasado con la mente fría y hagamos lo necesario para corregirlo. Justicia para todos".
"Solicito que estas reflexiones sean enviadas al ministro de Justicia, a fin de que sean conversadas con la calma y la prudencia que corresponda, y se haga algo. Estoy planteando la opción de conversar a través de un proyecto de ley, que destine un tiempo a mejorar las heridas causadas".
"Asimismo, que sean enviadas a los detenidos en el penal de Punta Peuco y en el Comando de Telecomunicaciones del Ejército, para que reciban la solidaridad y el saludo cristiano de quien va a visitarlos", concluyó el diputado su intervención en el hemiciclo de la Cámara.
Miércoles 7 de Junio de 2006
El parlamentario Jorge Ulloa (UDI) dijo ayer en Hora de Incidentes que no pide indultos sino justicia para militares que han cumplido más de 10 años de detención en dicho penal. Demandó la libertad para quienes tienen más de 70 años de edad.
El parlamentario dijo que en unos meses más habrán transcurridos treinta y tres años desde aquel momento, duro para nuestro país, en que en nuestra sociedad se produjo un grave fraccionamiento.
Indicó que en ese entonces se disputaban el poder político dos grandes facciones que eran lideradas por un conjunto de personeros que no tuvo la visión ni la grandeza de mantener nuestra democracia, por lo que ésta se derrumbó estrepitosamente.
Reconoció que en aquella situación de convulsión interna se produjeron excesos de ambos lados, excesos que hoy, en tiempos de democracia y estabilidad, consideramos repudiables.
Con posterioridad, agregó, ya en democracia, quienes cometieron esos delitos fueron juzgados y sancionados, pero quienes formaban parte de uno u otro bando siguieron distinta suerte: a unos les fue bien, gracias a Dios, porque después de trascurrido un tiempo recuperaron su libertad y pudieron reinsertarse en nuestra sociedad.
Sin embargo, continuó, los que pertenecían al otro sector no corrieron la misma suerte, ya que después de largos años siguen siendo perseguidos por una sociedad que, al castigarlos -creo yo-, se castiga a sí misma, aunque no quiere reconocer que fue ella la que empujó a esa gente a incurrir en actos que hoy no compartimos.
Rigores de la ley
Es así como en la actualidad hay un conjunto importante de soldados chilenos, desde generales hasta personal de planta, que están cumpliendo condenas unos en Punta Peuco y otros en la Escuela de Telecomunicaciones, sufriendo los rigores de una ley que sólo se le aplica a un sector.
Cuando ya estamos llegando a los treinta y tres años de esta división, que Dios mediante nunca vuelva a ocurrir en Chile, es tiempo de darnos cuenta de que mientras más sanciones aplicamos, de ninguna manera se está haciendo justicia y, lo que es mucho peor, no logramos cerrar las heridas, dijo el diputado.
Luego hizo una síntesis de los beneficios que han tenido ex presos políticos y que no han alcanzado a los militares. Y sostuvo que en un caso hubo presos políticos, pero en el otro no los hubo, "lo que constituye, claramente, una mentira que la sociedad no puede seguir ocultando".
Igualdad ante la ley
Tampoco podemos decir que hay igualdad ante la ley, dijo Ulloa. En ese sentido, hay una tarea extraordinariamente pendiente de la sociedad chilena, pero particularmente de esta Corporación, sin odios ni resentimientos.
"Muchos de mis colegas sufrieron los rigores de caer detenidos, y los entiendo, los comprendo, pero también ruego que se entienda en la Corporación que muchos soldados actuaron cumpliendo órdenes", señaló.
Recordó que el Presidente Lagos aprobó un discurso que hiciera el entonces comandante en jefe del Ejército: El fin de una visión, en que señalaba que no habían sido acciones asiladas, sino una situación del Ejército. "Y si el Ejército es de todos los chilenos, entonces, entonces debemos tener en claro que fue la sociedad entera la que se equivocó. Todos nos equivocamos: los que estaban en un lado y los que estaban en el otro", aseveró.
"Lo que no es sostenible hoy, -continuó- porque es inmoral, es no reconocer que tenemos un conjunto de funcionarios del Estado, de gente que brindó lo mejor de sí para responderle al país y a lo que se consideró el estado de derecho en su momento, que hoy no sólo no les sirve de nada, sino que cumplir órdenes les significó estar preso y ser parte de una verdadera vendetta, que siento le está haciendo muy mal al país".
Ulloa llamó al Poder Legislativo a "dejar de mirar para el lado y sacarse la venda de la vista para sentarnos a conversar respecto de cuál será el futuro de estas personas".
No quiero impunidad
Enfatizó el diputado Ulloa que "no quiero impunidad, no quiero desechar la ley de amnistía, no quiero indulto, no quiero prescripción ni tampoco una ley de punto final. Simplemente, justicia. Y parte de esa justicia puede darse si nos sentamos a pensar, por ejemplo, que existe un grupo de militares que tiene más de 10 años efectivos de prisión".
"Aparte de lo anterior, son personas de edad que hacen aconsejable hasta del punto de vista de los derechos humanos, que se piense en una ley que los beneficie -especialmente a aquellos que han cumplido 10 años de prisión efectiva- a tener el derecho de salir libres, como ha ocurrido con los del otro sector. Yo feliz, porque así haya sido, pero es de justicia que para ellos también exista el mismo beneficio que hemos buscado tanto", señaló.
Por otro lado, agregó, "también quiero pedir que todo funcionario que haya sido privado de libertad, que sea mayor de 70 años, tenga la opción de salir libre. Que se revisen los casos de rebaja de condena. Que la revisión sea caso a caso. Y además, algo muy importante, que se otorguen debidamente los beneficios penitenciarios. Existe subjetividad para calificar quién es merecedor de beneficios carcelarios y quiénes no. Me parece que estamos escondiendo la cabeza igual que el avestruz para no darnos cuenta de que esto está ocurriendo frente a nuestros ojos".
"Si bien hay muchas familias que tuvieron la posibilidad que en buena hora se les haya liberado, Chile no puede seguir ocultando una verdad que duele, una verdad que es historia y una verdad que hoy necesita ser proclamada a los cuatro vientos y, por sobre todo, corregirla", señaló.
Luego añadió: "Siento que está llegando el momento de que el Congreso converse sin odios, mirando fríamente las cicatrices que debemos ayudar a que se formen sobre un pasado del que, la gran mayoría que estamos aquí, no somos responsables. Pero sí lo somos de nuestro futuro. Y hoy, cuando todos estamos hablando de lo que han sido capaces de generar un grupo de jóvenes secundarios, es bueno mirar la historia porque aquel pueblo que no observa su historia está condenado a repetirla de nuevo".
"Creo que los duros hechos que vivió nuestra sociedad, que nadie quiere se vuelvan a repetir, no pueden si no darse cuenta de lo que está ocurriendo hoy con este grupo de militares, hombres, que efectivamente dieron lo mejor de sí, con distinto rango -incluidos los generales- que hoy están enfermos, incluso varios de ellos con cáncer, y no tienen ninguna opción porque la sociedad chilena los ha olvidado".
"El país cuando ha necesitado a los soldados, estos han estado ahí; pero cuando el peligro ha pasado, los soldados son olvidados. Es una cruel paradoja que se da en Chile, en la que no quiero pensar. Es tiempo de que todos empecemos a mirar nuestro pasado con la mente fría y hagamos lo necesario para corregirlo. Justicia para todos".
"Solicito que estas reflexiones sean enviadas al ministro de Justicia, a fin de que sean conversadas con la calma y la prudencia que corresponda, y se haga algo. Estoy planteando la opción de conversar a través de un proyecto de ley, que destine un tiempo a mejorar las heridas causadas".
"Asimismo, que sean enviadas a los detenidos en el penal de Punta Peuco y en el Comando de Telecomunicaciones del Ejército, para que reciban la solidaridad y el saludo cristiano de quien va a visitarlos", concluyó el diputado su intervención en el hemiciclo de la Cámara.
Miércoles 7 de Junio de 2006
Aunque es un documento de hace un par de años, las motivaciones y las argumentaciones siguen teniendo unna inmensa vigencia.
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